Con demasiada frecuencia, las empresas adoptan una estrategia de IA que es en realidad una hoja de ruta tecnológica disfrazada. No reconocen que las actividades en torno a la IA y la IA generativa son decisiones empresariales, económicas, sociales, éticas y tecnológicas.
Para evitar este error, se necesita un enfoque holístico e integral, con un liderazgo y una gobernanza claros. Esto no significa, sin embargo, que las organizaciones deban apresurarse por nombrar a un director de IA. En la mayoría de los casos, un responsable de IA que no ostente un cargo en la alta dirección será perfectamente capaz de gestionar los dos aspectos clave de la ejecución de la estrategia de IA: la orquestación y la gobernanza multidisciplinar.