Todo lo relacionado con la mano de obra, como la retención del talento, la contratación y las cuestiones de diversidad, igualdad e inclusión (DEI, por sus siglas en inglés), está ganando prioridad entre los directivos.
Los cambios que ha impulsado la pandemia en los modelos de trabajo han supuesto desafíos, pero también oportunidades, por ejemplo, en cuanto a la mejor forma de atraer, retener e implicar a los empleados y aportarles el valor y el sentido de propósito que esperan de su trabajo.
A medida que el trabajo híbrido se normaliza, al menos para muchos trabajadores del conocimiento, crece la preocupación por la disolución de la cultura.
Según encuestas recientes de Gartner, los CEOs consideran la cultura como su mayor preocupación derivada de las políticas de trabajo presencial o teletrabajo ofrecidas a los empleados del conocimiento. A su vez, los responsables de RR. HH. afirman que el aspecto más desafiante de una estrategia híbrida es adaptar la cultura de la empresa para seguir apoyando a su mano de obra.