A fin de obtener una ventaja competitiva en torno al futuro del trabajo, las organizaciones deben abordar esta división.
11 de agosto de 2021
Autora: Mary Baker
A fin de obtener una ventaja competitiva en torno al futuro del trabajo, las organizaciones deben abordar esta división.
A medida que las empresas avanzan con las estrategias del futuro del trabajo, pueden pensar que están respondiendo a las crecientes demandas de los empleados de modelos de trabajo híbridos y de una mayor flexibilidad, pero los datos de Gartner muestran que existe un abismo entre los ejecutivos y los empleados sobre lo que realmente se está ofreciendo. No reconocer estas brechas de confianza podría dañar de forma seria la experiencia del empleado.
La Encuesta para empleados sobre trabajo híbrido de Gartner de 2021, realizada a 4000 empleados de todo el mundo, revela seis áreas clave en las que existe una división significativa entre cómo se sienten los trabajadores y los ejecutivos.
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“Si no se abordan, estas brechas pueden conducir a un fallo crítico en la generación de confianza y la aceptación de los empleados para los planes del futuro del trabajo, así como dificultar la atracción y retención de talento fundamental”, afirma Alexia Cambon, directora de Investigación de Gartner.
“Mientras que el 72 % de los ejecutivos está de acuerdo en que pueden llegar a un acuerdo de trabajo flexible con su gerente, solo la mitad de los empleados sienten que tienen el mismo privilegio”, comenta Cambon. “Establecer una cultura de flexibilidad, donde el trabajo flexible sea la norma y no la excepción, es crucial para el éxito del trabajo híbrido”.
Esta brecha entre ejecutivos y empleados podría perjudicar aún más a los trabajadores si los responsables de la toma de decisiones tienen una experiencia del teletrabajo fundamentalmente diferente a la de la mayoría de la mano de obra. El diseño de la experiencia laboral híbrida requerirá que los responsables adopten el punto de vista de todas las poblaciones de la mano de obra, particularmente aquellas que no disponen de un entorno doméstico productivo en el que trabajar.
Esta desconfianza se extiende a las recompensas y el reconocimiento: solo el 47 % de la plantilla cree que los empleados que ayudan a la organización a alcanzar sus objetivos estratégicos son recompensados y reconocidos de forma justa, en comparación con el 73 % de los ejecutivos.
“Sin confianza, los empleados pueden sentirse recelosos de compartir sus opiniones sinceras sobre cómo, dónde y cuándo quieren trabajar”, afirma Cambon. “Según nuestra encuesta más reciente sobre el trabajo híbrido, solo el 56 % de los trabajadores se sienten cómodos expresando sus verdaderos sentimientos en el trabajo, en comparación con el 74 % de los ejecutivos”.
Después de más de un año en el que se ha incrementado la autonomía, los empleados exigen una mayor flexibilidad, pero esta brecha sugiere que los trabajadores no sienten que se escuche siempre su deseo de influir en cómo, dónde y cuándo trabajan.
Estos datos muestran una clara desconexión entre cómo los ejecutivos y los empleados perciben los mensajes y la intención de su organización en torno a las decisiones sobre el futuro del trabajo. Es una desconexión que podría exacerbar aún más la desconfianza de los empleados en la toma de decisiones del liderazgo.
La igualdad, la diversidad, la justicia y un sentido compartido de los objetivos se están volviendo cada vez más importantes para la experiencia del empleado, y estos datos ponen de manifiesto una importante brecha en las percepciones, a pesar de las crecientes demandas de diversidad organizativa. Los responsables de la toma de decisiones deben tener en cuenta esta desconexión si quieren diseñar una estrategia de trabajo híbrido inclusiva que priorice la diversidad y la igualdad.